En el Índice Tetra Pak 2021 se explora cómo la motivación y el comportamiento de los consumidores están cambiando en todo el mundo, y cómo algunas tendencias seguirán siendo pertinentes en el mundo después de la pandemia.
Lausana, Suiza (18 DE OCTUBRE DE 2021): Tetra Pak revela cómo la COVID-19 ha hecho que los consumidores se replanteen su forma de vivir y cambien fundamentalmente su forma de actuar en el último informe del Índice Tetra Pak. La pandemia ha reforzado el valor que los consumidores otorgan a las conexiones humanas, teniendo en cuenta tanto el tiempo que se pasa con la familia en casa, como con los círculos más amplios fuera de ella. Las experiencias compartidas con alimentos y bebidas juegan un papel clave en estas relaciones.
En esencia, la fragilidad medioambiental, económica y personal que se experimentó durante la pandemia mundial generó un pase de la preocupación al cuidado activo, y despertó el deseo de tomar medidas para proteger a nuestros alimentos, nuestras comunidades, el planeta y nosotros mismos. La seguridad y la inocuidad alimentarias4 también son prioridades importantes, ya que la pandemia puso el foco en la salud y en las debilidades de nuestros sistemas alimentarios. La preocupación por el medioambiente es muy fuerte, siendo la contaminación y los residuos plásticos en los océanos, en conjunto, la principal preocupación (83 %) y siguiéndoles de cerca el calentamiento global, mencionado por más de tres cuartos (78 %) de los consumidores de nueve países. Estas dos problemáticas se ubican por encima del desperdicio de alimentos (77 %) y la accesibilidad de los alimentos (71 %). Mientras tanto, casi la mitad (49 %) de la población global ahora reconoce el impacto de las decisiones diarias en el medioambiente.
Adolfo Orive, presidente y director ejecutivo de Tetra Pak, comenta lo siguiente: “En el Índice Tetra Pak de este año, se revelan datos interesantes sobre cómo los consumidores están adaptando sus estilos de vida de formas prácticas y cotidianas con el fin de generar un cambio positivo en busca de un futuro más sostenible y resiliente. Se registra un claro aumento en los valores tradicionales que implican ‘volver a lo básico’, lo que incluye la cocina casera, comer en familia y minimizar los desperdicios. Desde las decisiones que las personas toman en su hogar hasta las empresas cuyos productos deciden comprar, la pandemia consolidó el consumo responsable como una tendencia clave que supone una mayor demanda de acción en toda la sociedad”.
“Responder a estas necesidades y expectativas requiere un enfoque a largo plazo y una colaboración de todo el sistema de todos los grupos de interés. La ONU ya ha llamado a la década de 2020 como la ‘Década de acción’, y enfatiza la necesidad de actuar ahora. Como empresa orientada a un propósito y líder mundial de la industria, seguimos plenamente comprometidos a desempeñar nuestro papel. Creemos que los sistemas alimentarios del mundo deben transformarse para satisfacer las necesidades de la sociedad, al mejorar la seguridad alimentaria y reducir el impacto en los recursos naturales. Por lo tanto, nuestro objetivo es centrarnos en tres áreas clave: Aumentar el acceso a alimentos seguros y nutritivos, reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos y crear más cadenas de valor sostenibles".
El consumo responsable se vuelve tendencia
La falta de libertad y posibilidad de elección que caracterizó los últimos 20 meses hizo que los consumidores recuperaran el control y exigieran acciones para cambiar el status quo de cualquier forma posible. Están buscando nuevas formas de introducir cambios en su propia vida de manera proactiva con el fin de mejorar su bienestar físico y mental —por ejemplo, mediante decisiones alimentarias— y el entorno que los rodea reciclando más y reduciendo los desechos. Por ejemplo, el 62 % de los consumidores prestan más atención a la calidad de lo que comen y beben, y el 54 % desecha menos alimentos ahora que antes de la pandemia. En particular, el 72 % está de acuerdo en que “individuos como yo” deben actuar de inmediato o estarán fallándoles a las generaciones futuras.
Además, los consumidores buscan empresas que indiquen el camino a seguir y ayuden a consolidar los nuevos hábitos formados. Más de un tercio (un 35 %) elige marcas en función de sus credenciales de sostenibilidad con mayor frecuencia en comparación con lo que ocurría antes de la pandemia, mientras que uno de cada dos (el 50 %) dice que la producción amigable con el medioambiente es un requisito principal en el envasado de productos y el 61 % espera que las empresas de alimentos y bebidas lideren la búsqueda de soluciones.
Ahora que pasamos más tiempo en casa, la “huella” de los residuos domésticos es más visible. En un intento de abordar este problema, los consumidores están adaptando sus rutinas. Más de la mitad (el 55 %) planifica sus comidas con más cuidado para evitar el desperdicio y casi la mitad (el 46 %) se esfuerza aún más que antes de la pandemia en separar los materiales en cartón, vidrio y plástico de forma adecuada para su reciclaje. Uno de cada dos (50 %) también dice que es probable que recicle más el próximo año como parte de su contribución personal para abordar el cambio climático.
Reconstrucción y apoyo a nuestras sociedades
La pandemia ha hecho que las personas sean más reflexivas, con una mayor empatía por los demás. Tienen un nuevo aprecio por las conexiones significativas, con amigos y familiares y más, y las experiencias compartidas de alimentos y bebidas a menudo juegan un papel clave para hacer que estas conexiones resulten agradables y divertidas.
Las ocasiones de consumo en las que los consumidores se encuentran “juntos fuera de casa” aumentaron en un 56 %3c, es decir, como nunca antes desde el comienzo de la pandemia. Por eso, estas ocasiones se mencionan entre las oportunidades que se destacan en el informe respecto de los hábitos. Otro punto es la compra y el suministro de productos locales, lo que demuestra un creciente vínculo entre el medioambiente y la sociedad. Más allá de los amigos y los familiares cercanos, también existe una iniciativa mancomunada para reconstruir las sociedades: casi un tercio (el 32 %) influencia activamente a sus comunidades para reducir los desechos, lo cual es indicador de un movimiento de defensores climáticos5. De hecho, en algunas regiones, como en el Reino Unido, el medioambiente superó al COVID-19 como principal preocupación.
Los consumidores están buscando nuevas formas de pasar de la fragilidad a la resiliencia. En su vida, esto supone mejorar su propio bienestar físico y mental a partir de su elección de alimentación e ingredientes. Desde el comienzo de la pandemia, los consumidores experimentaron cambios rápidos y radicales, y se vieron obligados a hacer muchos sacrificios. Sin embargo, es claro que están decididos a tomar medidas en su propia vida para crear un futuro más sostenible y esperan que las empresas no solo hagan lo mismo, sino que también contribuyan a esta misión.
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