Si bien es cierto que la pandemia ha desplazado al medio ambiente del primer lugar de la lista de preocupaciones mundiales, sigue por delante de todo lo demás, incluidos los problemas económicos. Vemos un sentimiento similar en nuestro Informe de las tendencias medioambientales del consumidor 2020, con un 78 % de todos los consumidores preocupados por el medio ambiente. El número es aún mayor entre quienes tienen un mayor nivel de educación o ingresos, los jóvenes y quienes tienen familias jóvenes.
La preocupación por el medio ambiente en el futuro sigue siendo particularmente fuerte. De hecho, incluso más consumidores que el año pasado creen que nos dirigimos hacia un desastre medioambiental a menos que cambiemos nuestros hábitos rápidamente (67 % en comparación con el 66 %).
Además, casi dos tercios (63 %) dicen que los confinamientos por la pandemia han traído mejoras medioambientales que les gustaría que se mantuvieran. Esto indica un deseo de cambio y oportunidades de “reconstruir mejor” una ética e iniciativas aún mejores.
Ya hay ejemplos en marcha, como la Alianza Europea para una Recuperación Verde, una iniciativa lanzada en abril por el Parlamento Europeo que tiene como objetivo poner las medidas contra el cambio climático y la pérdida de biodiversidad en el centro de la política económica de Europa posterior a la COVID-19. En septiembre, más de 150 inversores y líderes empresariales europeos firmaron una carta abierta en la que describían su determinación de trabajar en conjunto con la UE para hacer frente a los impactos de la pandemia de COVID-19 y, al mismo tiempo, lograr una recuperación regenerativa y que haga frente a los efectos climáticos. En la carta también se manifestó el respaldo a la aspiración establecida en el Acuerdo Verde Europeo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) al menos en un 55 % para 2030.
Una vez dicho esto, cabe mencionar que hay un grupo importante en los países emergentes que dice estar cansado de todo el alboroto que se genera por el medio ambiente, que llega a aproximadamente un tercio de los consumidores de India, Nigeria y Pakistán.
Con su proyecto Bagaço, la empresa brasileña de bebidas do bem se propone "transformar los residuos en elementos que puedan marcar la diferencia en la vida de las personas", según Tiago Schmidt, gerente de marketing de do bem.
El proyecto tiene como objetivo garantizar que el 100 % de los envases Tetra Pak® que se usan para su gama de bebidas saludables, como tés, agua de coco y jugos para niños, se reciclen y reutilicen, ya sea como envasado secundario o como productos que se puedan utilizar en una serie de iniciativas sociales para promover el reciclaje.
Para poner en marcha el proyecto, do bem se asoció con la empresa brasileña Muzzicycles, pionera en la fabricación de bicicletas con materiales reciclados, para convertir unos 8000 envases de cartón en 20 bicicletas de marca. Las bicicletas se donaron a distintas ONG de Río de Janeiro.
Las iniciativas a futuro incluyen la creación de gafas, casas y tejas para personas de bajos ingresos (en asociación con las ONG Ecolar y TETO), además de muebles. El objetivo es ahorrar 1000 toneladas de residuos de envasado al año.
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