19 de febrero de 2024

Los consumidores están optando cada vez más por los productos de origen vegetal, pero se requiere una normativa adecuada para garantizar que sean seguros y asequibles sin dejar de incentivar la innovación.  

El auge de los alimentos de origen vegetal no es una tendencia pasajera. Hay estudios que demuestran que comer más plantas y productos de origen vegetal tiene consecuencias positivas tanto para la salud humana como para el medio ambiente, y es deseable que esta transición en materia de salud pública esté aquí para quedarse. 

Sin embargo, esta industria floreciente no está libre de desafíos. Desde la necesidad de fortalecer la confianza del consumidor en alimentos novedosos y poco familiares hasta el obstáculo de lograr reconocimiento a nivel institucional, así como el problema del precio alto, queda mucho por hacer para aumentar la disponibilidad y la adopción de productos de origen vegetal.

«El alto precio que los consumidores pagan actualmente por los productos de origen vegetal refleja un gran obstáculo: la industria no se beneficia de subsidios del mismo modo que otros tipos de producción agrícola», explica Sara Carvalho, gerenta de Sistemas alimentarios de Tetra Pak. «Y ese alto precio realmente limita el acceso, la asequibilidad y la posibilidad de adopción para muchas personas». 

En vista de esos desafíos, una combinación estratégica de políticas de apoyo y normativa será fundamental para el futuro brillante de la industria de alimentos de origen vegetal. 

«Si los gobiernos no reconocen los productos de origen vegetal como alimentos beneficiosos para las personas, las instituciones públicas como escuelas y hospitales no los adoptarán y esto continuará retardando el consumo masivo».

niños a los que se les sirve el almuerzo

El alto precio de los productos de origen vegetal no bajará sin una normativa adecuada  

Uno de los desafíos más persistentes que enfrenta la industria de alimentos de origen vegetal es el alto costo de los productos, que siguen siendo caros pese a la demanda creciente de los consumidores. Sus precios elevados pueden atribuirse a muchos factores, entre los que se incluyen el costo de los ingredientes, la economía de escala en los procesos de producción y, significativamente, el entorno normativo.

Las normas pueden afectar los costos tanto directa como indirectamente, y la necesidad de cumplir con distintos marcos legales en diversos mercados también puede elevar los costos para las empresas que operan internacionalmente.

«Hay muchos pasos normativos que funcionan como facilitadores del aumento de escala en términos de salud pública, lo que en última instancia influye sobre la adquisición de productos de origen vegetal», afirma Sara. «Porque, si los gobiernos no reconocen los productos de origen vegetal como alimentos beneficiosos para las personas, las instituciones públicas como escuelas y hospitales no los adoptarán, y esto continuará retardando el consumo masivo».

El hecho es que la normativa y la legislación también son la clave para bajar los costos. Antes de que los productos de origen vegetal puedan contar con políticas de apoyo, como subsidios para la agricultura sustentable e incentivos para la investigación y el desarrollo, hay otros desafíos esenciales que afrontar. De ellos, el obstáculo fundamental del reconocimiento institucional es uno de los principales. 

La función de las pautas nutricionales 

El reconocimiento institucional generalizado comienza con las pautas nutricionales, y recientemente hemos visto una cantidad cada vez mayor de países —específicamente, Austria, Alemania, Noruega y Finlandia— que deciden incluir en ellos alternativas de origen vegetal. Este es un paso importante para los productos de origen vegetal, ya que estos países no solo están reconociendo el valor nutricional de las proteínas alternativas, sino que adoptan una postura protectora de la salud pública en relación con ellas.

«Nos falta ese cuerpo de normativa para permitir que otros sectores de la sociedad se beneficien de las alternativas de origen vegetal, y que podría permitir que bajen los precios para los consumidores». 

alternativas de origen vegetal sobre un plato

Además de lograr la inclusión de los productos de origen vegetal en las pautas nutricionales, también es necesario que aparezcan en los modelos de perfiles de nutrientes, que clasifican los alimentos según su contenido de calorías, sodio, azúcar y grasas saturadas.

La incorporación de las proteínas alternativas en los modelos de perfiles de nutrientes es fundamental, ya que estos modelos suelen ser el fundamento regulatorio del etiquetado del frente del envase, lo que se considera el «patrón oro» para la comunicación clara y confiable con los consumidores. Algo importante a destacar es que la comunicación clara de sus datos nutricionales a través de las etiquetas del frente del envase crearía igualdad de condiciones para los productos de proteínas alternativas.

«El mercado minorista ha desempeñado un papel fantástico en la promoción de estos productos hasta el nivel al que han llegado», dice Sara. «Pero nos falta ese cuerpo de normativa para permitir que otros sectores de la sociedad se beneficien de las alternativas de origen vegetal, y que podría permitir que bajen los precios para los consumidores». 

Además, las reformas normativas que simplifiquen los procesos de aprobación para nuevos ingredientes y tecnologías de productos de origen vegetal pueden reducir las barreras para la innovación y ayudar a que los nuevos productos lleguen al mercado con mayor rapidez y precios más asequibles.

calificación nutricional “nutri-score” en envases

Estandarización de la normativa global

Otro desafío clave que enfrenta la industria de alimentos de origen vegetal es la falta de armonización en la normativa de distintas regiones. Las normas uniformes en distintos mercados pueden simplificar el desarrollo de productos y reducir la complejidad de lidiar con distintos marcos legales. 

Mientras algunos países han intentado implementar normas estrictas sobre el uso de palabras tradicionalmente asociadas con la carne (como «bistec» o «tocino») para describir productos de origen vegetal, por ejemplo, otros han adoptado un abordaje diferente. Las tecnologías y los métodos de procesamiento que son aprobados y aceptados en distintos países, como la biomasa o la fermentación de precisión, también varían según el mercado. 

«El alto precio que los consumidores pagan actualmente por los productos de origen vegetal refleja un gran obstáculo: la industria no se beneficia de subsidios del mismo modo que otros tipos de producción agrícola».

Estas incongruencias pueden crear barreras para el comercio internacional y complicar los esfuerzos de las empresas que intentan expandirse globalmente. Facilitar la adopción de productos de origen vegetal por parte de las empresas globales es fundamental para que la industria crezca; esto significa que el entorno normativo debe apoyar la innovación y la sostenibilidad al tiempo que prioriza la seguridad del consumidor.

«En pocas palabras, estamos prestando atención a las normas sobre nuevos alimentos y productos de origen vegetal, pero también a cómo podemos hacer un seguimiento de las normas sobre procesamiento en relación con la energía, el agua, la emisión de gases de efecto invernadero y el desperdicio de alimentos», afirma Sara. «Queremos detectar dónde se encuentran los incentivos para las empresas, y luego ayudar a nuestros clientes a aumentar su escala, mientras al mismo tiempo ayudamos a las empresas a hacer la transición y prepararse para el futuro en términos de cero emisiones netas».

una persona observa un envase para bebidas

Enfoque creciente en la importancia del etiquetado

Una cuestión importante que los organismos reguladores están explorando es el etiquetado claro de los productos de origen vegetal. Los productos de origen vegetal por lo general se exhiben junto a los productos convencionales en los supermercados, por lo que un etiquetado preciso es fundamental. 

«Los alimentos de origen vegetal son una novedad para muchas personas», dice Sara. «Por eso, es necesario que los consumidores entiendan lo que están comprando, lo que incluye los ingredientes, los alérgenos y los beneficios nutricionales, para que sientan que pueden tomar decisiones informadas». 

En respuesta, se espera que la Administración de Alimentos y Medicamentos, el organismo de salud pública más respetado de los Estados Unidos, emita pautas preliminares que ayuden a estandarizar el etiquetado de los productos de origen vegetal. Estas reglas probablemente se centrarán en garantizar que las etiquetas distingan claramente los productos de origen vegetal de sus equivalentes convencionales. También existe el reclamo de que las etiquetas incluyan más información sobre el impacto medioambiental de los productos, como las huellas de carbono y agua, así como consideraciones sobre el bienestar animal. 

Un marco regulatorio alentará el desarrollo

A medida que el sector de alimentos de origen vegetal continúe evolucionando, la colaboración entre productores, reguladores y otras partes interesadas será clave para garantizar que estos alimentos no solo cumplan los más altos estándares de seguridad y calidad, sino también sean más accesibles y asequibles para los consumidores de todo el mundo. De esta forma, las normas sobre productos de origen vegetal no solo protegerán a los consumidores; también empoderarán a la industria para alcanzar nuevas cumbres de innovación y sostenibilidad.

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