Superación de los desafíos de distribución y desnutrición del programa de leche escolar de Paraguay

Paraguay cuenta con un programa de leche escolar de larga duración para hacer frente a los desafíos relacionados con la desnutrición y la protección de la seguridad social.  El programa de leche escolar ha superado los desafíos de infraestructura para que los niños de todo el país puedan tener acceso a una nutrición segura, a la vez que se crea un vínculo con el desarrollo agrícola local.

Desafío

Según la Organización Mundial de la Salud, el 1.55 % de las muertes que se producen en Paraguay pueden atribuirse a la desnutrición[1], que está vinculada a la pobreza, al bajo nivel educativo y al insuficiente acceso a la atención sanitaria.  El 32 % de la población vive en la pobreza y el 17 % se considera en situación de extrema pobreza.  El 25.5 % de la población que vive en la pobreza está desnutrida.  Las estadísticas revelan que 60 000 de los 150 000 niños nacidos en Paraguay nacen en la pobreza.[2]

En 2009, el 14.1 % de los niños en edad preescolar tenían deficiencia de vitamina A.  El 30.2 % de los niños en edad preescolar en Paraguay sufren de anemia y el 14.1 % de deficiencia de vitamina A, según un informe de la Iniciativa de micronutrientes presentado en 2009.[3]     

Según el Banco Mundial, la inversión del gobierno para la construcción y el equipamiento de escuelas disminuyó considerablemente entre 1999 y 2010, pasando del 1 % al 0.25 %. Apenas el 43.6 % de las escuelas de Paraguay disponían de agua potable. [4]

Iniciativa

Como paso importante para afrontar estos desafíos, se adoptaron las leyes n.° 1443 en 1999 y n.° 1793 en 2001 con el fin de poner en práctica un programa de alimentación escolar a nivel nacional.  En 2008, el Gobierno dio un paso importante al priorizar la leche dentro del programa como fuente vital de nutrición vinculada al desarrollo agrícola local. La iniciativa establece un tamaño de porción de 200 ml de leche blanca para todos los niños. La colaboración con la organización de procesadores de productos lácteos (CAPAINLAC) fue esencial para la implementación y distribución práctica de la leche en las escuelas.

Para superar los desafíos de distribución y almacenamiento asociados a la leche escolar, se utiliza la tecnología de temperatura ultra alta (Ultra-High-Temperature, UHT) para proporcionar a los niños acceso a una nutrición segura en todo el país. Esta tecnología permite una vida útil de 6 a 12 meses, mantiene el valor nutricional y la calidad de la leche procesada y envasada y facilita el control y el seguimiento del consumo de leche.  La nutrición uniforme proporcionada a los niños mediante la leche escolar puede permitir a grupos de interés locales cuantificar el impacto del programa.

El presupuesto del gobierno para el programa de leche escolar aumentó de USD 14.2 millones al año en 2019 a USD 25.5 millones al año en 2010 y 2011[5]  La práctica más común de entrega de leche a las escuelas por parte de la mayoría de los procesadores de productos lácteos que abastecen el programa es utilizar un distribuidor para esta función.

Valor

El programa es también una importante medida de apoyo a la producción y procesamiento local de la leche.  En colaboración con CAPAINLAC, Tetra Pak y Alimentos para el desarrollo compartieron con el Ministerio de Educación y Cultura las mejores prácticas y casos de programas de leche escolar de todo el mundo.  Se destacó la importancia de la sostenibilidad del programa, demostrando cómo la leche escolar puede desempeñar una función esencial en el estímulo de la demanda de productos lácteos locales y en el mantenimiento de los puestos de trabajo y los ingresos de los agricultores y los procesadores de productos lácteos. La inversión continua y ampliada de recursos en un programa de leche escolar garantizará un impacto positivo a largo plazo en el desarrollo económico de Paraguay.   

En 2010, el programa incluyó a 864 808 alumnos (de los aproximadamente 1.3 millones de niños escolarizados) con una poción de leche durante un promedio de 148.6 días/año.  Se calculó que proporcionar 200 ml de leche a todos los niños matriculados en preescolar, primaria y secundaria (unos 1.5 millones de niños), durante 180 días al año, crearía una demanda de 54 millones de litros de leche anuales.

Además de la mejora del estado de salud de los niños a los que va dirigido, el aumento de la escolarización y la asistencia a clase, el programa apoya la cadena de valor local de los productos lácteos.

De cara al futuro

El programa de leche escolar continúa reforzando el desarrollo de la cadena de valor local de los productos lácteos en Paraguay, al facilitar el acceso de los productores de leche locales y las cooperativas lecheras a los mercados.  Además, se mejorará el estado de salud de los niños a los que va dirigido, al disminuir la desnutrición.