La leche y otras bebidas y alimentos lácteos son parte de un negocio ambicioso. No solo por los millones de personas que consumen esos productos, sino también en términos de recursos, como la energía. La industria lechera representa alrededor del 13 % del sector total de alimentos y bebidas de Europa y es uno de los mayores usuarios de energía y agua. A nivel mundial. la agricultura representa el 13,5 % de las emisiones de gases de efecto invernadero. Si se añade el procesamiento a esa cifra, es fácil apreciar el impacto climático de la producción de alimentos y bebidas.
Hasta hace relativamente poco tiempo, las iniciativas para reducir las emisiones se centraban principalmente en los establecimientos lecheros y el transporte. Sin embargo, cada vez más, el foco se amplía al procesamiento, a medida que las empresas lecheras y los procesadores de alimentos desean responder a los clientes que buscan que los productos que consumen tengan el menor impacto climático posible.
Esto es un desafío para las empresas lecheras. Pero también representa una gran oportunidad.
Un estudio financiado por la UE en 2018 descubrió que la optimización de la tecnología y la adopción de equipos de procesamiento innovadores podrían reducir el uso de agua en un 30 % y el consumo de electricidad en un 20 %.
Algo similar ocurre en los EE. UU., donde el Centro de Innovación para Productos Lácteos de los EE. UU. encabeza una iniciativa láctea inteligente para ayudar a los procesadores y fabricantes a medir la intensidad de energía y emisiones de gases del efecto invernadero de la producción de leche líquida. En 2016, el centro unió fuerzas con los procesadores líderes para crear un manual del procesador, que ofrece una guía para calcular e informar las métricas de sostenibilidad.
En Gran Bretaña, la Dairy Roadmap del Reino Unido, una iniciativa de la industria, ha aumentado la eficiencia energética industrial en el procesamiento de productos lácteos en un 18 % desde 2008, y apunta a una reducción del 30 % en la huella de carbono para 2025.
Salvar el planeta mediante el ahorro de energía genera ahorros en otro ámbito de suma importancia: el dinero. "Reducir los costos operativos es una prioridad fundamental para los productores lecheros en una industria muy competitiva. Una mayor producción y eficiencia de energía contribuyen a eso", comenta Lilly Li, gerente global de Medioambiente para las Soluciones de procesamiento y equipos de Tetra Pak.
La sostenibilidad, en otras palabras, no solo es buena para el planeta sino también para la rentabilidad final. Li sostiene que existe un deseo cada vez mayor entre los procesadores lecheros de reducir las emisiones, como un camino hacia una cartera más ecológica y un impulso de competitividad.
"La mayoría de los grandes jugadores de la industria tienen objetivos bastante ambiciosos con respecto a la reducción de las emisiones de dióxido de carbono. Por lo general, buscan alcanzar reducciones de entre el 20 y el 50 %.
Las empresas lecheras en los Países Bajos han ido más allá que cualquier otro país en la búsqueda de la sostenibilidad. Jan Erik de Vries, gerente de Productos de componentes clave en Tetra Pak en los Países Bajos, explica que, ya en 2008, todas las empresas lecheras holandesas habían firmado el acuerdo Clean and Economical Agriculture Sector Covenant (Pacto Sectorial de Agricultura Limpia y Económica), centrado en la reducción de emisiones de dióxido de carbono a través del ahorro de energía, la reutilización de la energía, la generación de energía sostenible y la eficiencia energética, y el acuerdo LTA3 (Long Term Agreement, Acuerdo a largo plazo).
"El objetivo del acuerdo LTA3 es alcanzar una eficiencia energética del 2 % por año entre 2005 y 2020", explica. "Las empresas lecheras se centran en la reducción de los gases de efecto invernadero a través de la eficiencia energética, la reutilización de la energía y la generación de energía sostenible. Por lo general, esto se hace mediante el uso de bombas centrífugas eficientes combinadas con motores muy eficientes, centrífugas con tecnologías de baja presión, recuperación de calor mediante depósitos de agua y todo otro tipo de alternativas para optimizar las plantas.
De Vries dice que las iniciativas están impulsadas por el gobierno holandés, pero también por un deseo entre las empresas lecheras de brindar a los consumidores productos con un bajo impacto medioambiental. Brinda como ejemplo a la cooperativa de productores de queso holandesa CONO Kaasmakers, que aspira a ser la "empresa lechera más ecológica del mundo". CONO Kaasmakers ha invertido €80 millones en productos lácteos sostenibles, de los cuales un monto importante fue para equipos de procesamiento de Tetra Pak, incluidos los separadores de bajo consumo de energía.
Los separadores son un área a la que pueden apuntar los procesadores para reducir las emisiones. Por lo general, un separador representa una cantidad pequeña pero significativa del consumo de energía en el procesamiento de productos lácteos. No es el proceso más intenso en términos de consumo de electricidad en la línea (ese papel lo cumplen los pasteurizadores y las unidades de tratamiento UHT, incluidos los homogeneizadores, así como los equipos de limpieza en el sitio). Sin embargo, incluso los ahorros pequeños cuentan con el tiempo.
A largo plazo, invertir en un separador con bajo consumo de energía puede generar ahorros significativos no solo para el planeta sino también en términos financieros, en especial si se acompaña de la optimización de otros equipos de la línea.
La calidad de los alimentos, otro aspecto de la sostenibilidad, también es importante al elegir un separador. Aquí, los separadores herméticos ofrecen ventajas en comparación con otros diseños, ya que no permiten el ingreso de aire que, por ejemplo, puede causar la formación de espuma.
Pero es en el ahorro de energía donde los separadores herméticos entran en juego. El diseño hermético del separador, con la entrada en la parte inferior y la salida en la parte superior, reduce el uso de la energía en un 20 %, en comparación con otros diseños de separadores.
Si se lo combina con la tecnología EncaptTM, que reduce la presión atmosférica alrededor del recipiente giratorio mediante una bomba de baja presión para reducir la fricción del aire, el ahorro correspondiente de energía es de un 40 %, una cifra impresionante.
Jan Erik de Vries comenta: "Los separadores no son equipos con mucho consumo de energía en una empresa lechera, pero un separador eficiente en términos energéticos marca una diferencia importante en el consumo de energía de nuestros clientes. Por lo tanto, elegir el separador correcto se está convirtiendo en una opción para que nuestros clientes más preocupados por el medioambiente trabajen en su ambición de sostenibilidad”.
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Tetra Pak se compromete a proteger los alimentos, las personas y el futuro. Junto con su apoyo para los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, la empresa ha marcado objetivos ambiciosos y estrategias para apoyar el futuro sostenible de nuestro planeta y el éxito a largo plazo de nuestros clientes.
Tetra Pak ha reducido sus propias emisiones de gases de efecto invernadero en un 13 % desde 2010, a pesar de vender un 19 % más de envases durante ese período. Los materiales renovables ahora forman parte de la mitad de la energía necesaria de la empresa, una cifra que alcanzará el 100 % en 2030.
Sin embargo, el 40 % del impacto climático de Tetra Pak proviene del uso de equipos por parte de los clientes. Por lo tanto, la empresa trabaja cada día con los clientes para encontrar las soluciones de procesamiento y envasado más eficientes.
El objetivo final: Reducir al mínimo los desperdicios y el deterioro al mismo tiempo que se reduce el consumo de energía y agua. Por una mayor productividad, menos costos y un planeta más saludable.
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