Ya sea por motivos de salud, conveniencia o sabor, los consumidores de todo el mundo comen cada vez más yogur. Los grandes consumidores tradicionales, como Francia y Turquía, mantienen su posición, pero en los países en desarrollo el consumo también está aumentando rápidamente.
Si bien los sabores varían, desde los favoritos locales hasta el yogur al estilo griego y el yogur endulzado con ingredientes sólidos o sabores agregados, un desafío común para los productores es que el yogur es muy sensible al tratamiento mecánico. Si se mezcla o agita demasiado fuerte y rápido, el yogur puede reducirse a una consistencia fluida indeseable, o separarse, lo que forma una capa líquida.
Los ingredientes agregados, como los trozos de fruta, también son frágiles y deben manipularse delicadamente para mantener su forma y textura.
Para enfrentar estos desafíos, Tetra Pak ofrece el mezclador estático de línea A, que, a diferencia de muchos modelos genéricos, está optimizado para la industria alimentaria. “En general, este mezclador es muy suave con los componentes que procesa, lo que promueve la calidad, mejora la inocuidad alimentaria y reduce los desechos”, dice Fredrik Innings, gerente de Tecnología Clave de Tetra Pak y profesor de Ingeniería Alimentaria de la Universidad de Lund.
Las cuchillas del mezclador no se mueven. En cambio, el líquido se mezcla a medida que fluye sobre ellas. La ventaja clave es que las cuchillas están curvadas uniformemente y tienen un ángulo poco profundo, lo que garantiza que el producto se mezcle suavemente. Innings dice: “Las cuchillas también son más gruesas que en otros mezcladores, lo que las hace más fáciles de limpiar. Y su diseño liso ayuda a evitar que las fibras y partículas se atoren”.
La construcción soldada del mezclador también promueve la higiene, al eliminar las superficies irregulares que de otro modo podrían atrapar partículas de alimentos. El mezclador estático de línea A de Tetra Pak también está hecho para limpieza en el sitio (CIP) y siempre queda perfectamente limpio después de un ciclo de CIP. Al eliminar el riesgo de error humano, la CIP es altamente efectiva y ahorra tiempo, ya que los operadores no necesitan desmontar el mezclador para limpiarlo.
Para concretar con éxito las ambiciones de los productores se requiere una comprensión profunda de la ciencia detrás de la producción de yogur.
“Aunque el mezclador estático de línea A tiene una historia relativamente larga, hemos introducido mejoras significativas en los últimos años”, explica Innings. “Estas mejoras se basaron en un estudio cuidadoso de cómo optimizar el rendimiento del mezclador para satisfacer las necesidades de clientes individuales. Ahora, por ejemplo, podemos variar la cantidad y el tamaño de las cuchillas según la dificultad física de la tarea de mezcla”.