18 de diciembre de 2024
El mundo se encuentra ante un punto de inflexión en la conversación global sobre el clima. Mientras las naciones lidian con la necesidad urgente de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y mejorar la seguridad alimentaria, la transformación de los sistemas alimentarios se ha convertido en una alta prioridad. Y tal como se puso de manifiesto en la reciente COP del Clima en Bakú (COP 29), los líderes mundiales, los responsables de las políticas y los defensores de la sostenibilidad están enfocados en un segmento que muchas veces es pasado por alto: el medio oculto de las cadenas agroalimentarias.
Este segmento, que incluye actividades de etapa media fundamentales como el procesamiento, el envasado, el almacenamiento, el transporte y la distribución, desempeña un papel fundamental pero insuficientemente valorado en los sistemas alimentarios. Si bien representa el 18 % de las emisiones relacionadas con alimentos, aporta hasta el 40 % del valor económico agregado en los sistemas alimentarios.
«Ignorar el medio oculto significa pasar por alto una pieza clave del rompecabezas de la sostenibilidad», afirmó Lars Holmquist, vicepresidente ejecutivo de Sostenibilidad en Tetra Pak. «Y si bien las discusiones sobre los sistemas alimentarios suelen concentrarse en la agricultura y el consumo —el principio y el fin de la cadena de suministro—, este segmento insuficientemente valorado tiene el poder de marcar una gran diferencia en el medioambiente y la economía. Mejorar el medio oculto no es solo una oportunidad, sino una necesidad para construir sistemas alimentarios sostenibles, resilientes y justos».
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) informa que aproximadamente un tercio de los alimentos producidos para consumo humano se pierden o desperdician globalmente cada año. Al invertir en infraestructura y tecnologías de etapa media, estas pérdidas pueden reducirse sustancialmente, para permitir un uso más eficiente de los recursos y una mayor disponibilidad de alimentos. También puede estimular el crecimiento económico mediante la creación de empleo, apoyar los medios de subsistencia rurales y urbanos y empoderar a los pequeños propietarios agrícolas y a los grupos marginados al integrarlos en actividades con valor agregado.
El medio oculto representa una serie de funciones críticas que recorren los pasos intermedios entre la granja y la mesa. Estas actividades respaldan la estabilidad social y el desarrollo económico y son fundamentales para garantizar que los ingredientes producidos en el campo se transformen en productos alimentarios que realmente lleguen a los consumidores de manera segura y nutritiva.
Sin embargo, a pesar de datos recientes que subrayan el significativo impacto económico y medioambiental del medio oculto, este continúa recibiendo solo una pequeña parte del financiamiento climático: si bien los sistemas alimentarios contribuyen a cerca del 30 % del total de emisiones de gases de efecto invernadero, apenas entre el 2,5 y el 4 % de la financiación climática se destina a la transformación de este sector. Las pequeñas y medianas empresas (PYME) en este segmento enfrentan una brecha de financiación de $106 000 millones a nivel global, y las inversiones limitadas dan como resultado ineficiencias, pérdida de alimentos (que puede llegar al 14 % global) y cuellos de botella que afectan a toda la cadena.
«Hay muchas razones por las cuales este segmento de etapa media puede ser pasado por alto, lo que incluye el hecho de que rastrear las emisiones y las eficiencias, cuando intervienen tantas partes interesadas, puede ser complicado desde el punto de vista logístico», dice Lars. «Pero lo cierto es que es esencial: el medio oculto es exactamente donde tenemos las mayores oportunidades de mejorar los sistemas alimentarios y recortar las emisiones».
Aprovechar el potencial del medio oculto podría suponer un avance revolucionario para alcanzar los objetivos climáticos globales. Según cálculos estimativos recientes, abordar las ineficiencias y emisiones en la etapa media podría representar hasta el 20 % de las reducciones de emisiones necesarias para cumplir con los objetivos del Acuerdo de París para el año 2050.
También hay un amplio potencial desaprovechado para optimizar los sistemas alimentarios, reducir los desperdicios y mejorar la seguridad alimentaria. La mejora de la infraestructura de etapa media puede reducir de manera espectacular la pérdida de alimentos y aumentar el acceso a alimentos, en particular en regiones en desarrollo donde hasta el 40 % de los alimentos pueden perderse después de la cosecha. La pérdida se debe en parte a la falta de infraestructura de transporte refrigerado en muchas regiones, y es allí donde las soluciones de envasado inteligentes y asépticas pueden ayudar a cerrar la brecha al proteger la inocuidad alimentaria durante el transporte y evitar el desperdicio debido al deterioro.
«Hemos estado trabajando arduamente para mejorar la infraestructura de la etapa media en regiones vulnerables, mediante la asociación con gobiernos y organizaciones locales», afirma Lars. «Implementamos soluciones de cadena de frío alimentadas con energías renovables para ayudar a reducir la pérdida de alimentos y mejorar la seguridad alimentaria en áreas donde hay carencias en estos sistemas. Y tal como anunciamos en la COP29, estamos comprometidos a invertir para la innovación en las soluciones de envasado y equipos de procesamiento con eficiencia energética para continuar apoyando al medio oculto».
El cambio también puede ocurrir en las plantas de producción. Las fábricas con mejor rendimiento abordan holísticamente la optimización de recursos y logran sostenibilidad, rendimiento y beneficios en materia de costos. La línea basada en las mejores prácticas para leche UHT de Tetra Pak con tecnología OneStep, por ejemplo, combina varias etapas del proceso —separación, estandarización, mezcla y tratamiento del calor— en una sola.
Esto da como resultado el uso de menos equipos y, en definitiva, enormes ahorros de energía, como lo demuestra la fábrica del productor lácteo Mengniu en Ningxia, que recientemente obtuvo la designación de «fábrica faro» del Foro Económico Mundial con ayuda de la tecnología de Tetra Pak. Esta fábrica de productos lácteos, una de las más «inteligentes» del mundo, ha utilizado equipos y tecnología de última generación de Tetra Pak para reducir los costos operativos en un 32 % y los plazos de entrega en un 55 %.
Cerrar la brecha entre la financiación y el impacto requiere que los gobiernos y las organizaciones internacionales creen políticas favorables e incentivos financieros que reconozcan el valor del medio oculto, como subsidios para las innovaciones en la etapa media o exenciones de impuestos para las prácticas sostenibles.
«Nuestro objetivo es impulsar el avance en las conversaciones clave sobre sistemas alimentarios al reunir a los responsables de políticas, líderes gubernamentales, ONG, OIG y partes interesadas de la industria, y alentamos estas conversaciones a través de foros como la COP29», afirma Lars. «Juntos, buscamos explorar soluciones practicables mediante la colaboración y el diálogo, trabajando para posibilitar políticas, tecnología, financiamiento y asociaciones que echen luz sobre este segmento poco apreciado pero esencial».
Existe una excelente oportunidad para integrar el medio oculto de las cadenas de valor alimentarias, en especial a medida que los países revisan sus Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC) a las emisiones para 2025, un paso fundamental hacia la alineación de las políticas con los objetivos climáticos y garantizar que este segmento vital reciba la financiación que merece. Las alianzas transformadoras entre el sector público y el privado también serán esenciales para aumentar la infraestructura y las innovaciones que se requieren con el fin de hacer realidad el potencial del medio oculto.
Los resultados de la COP 29 han construido cimientos sólidos para el futuro de la transformación de los sistemas alimentarios. Tetra Pak ha asumido desde hace mucho tiempo el compromiso de facilitar el cambio de los sistemas alimentarios, y nuestro apoyo a la mejora dentro del medio oculto continúa con este trabajo, al contribuir a la transición hacia sistemas alimentarios seguros, sostenibles y resilientes. Desde procesos de manufactura avanzados hasta equipos de procesamiento alimentados con energías renovables y soluciones de envasado sostenibles, estamos trabajando para prolongar la vida útil de los alimentos y reducir el desperdicio a lo largo de toda la cadena de suministro.
«Mientras esperamos ansiosos la COP 30 en Belem, Brasil, hay un impulso creciente hacia cambios en las políticas e iniciativas de financiamiento para mejorar la infraestructura de etapa media de los sistemas alimentarios», afirma Lars. «Esto es esperanzador. El éxito en esta área ayudaría a garantizar un futuro en el que el medio oculto funcione con eficiencia para reducir las emisiones, apoyar los medios de subsistencia y promover la seguridad alimentaria en las comunidades de todo el mundo».
Obtenga aquí más información sobre el medio oculto y otros temas relacionados que se analizaron en la COP 29.