La prevención del desperdicio de alimentos es un área en la que los consumidores sienten que pueden marcar una diferencia positiva. Cuando se les preguntó en qué problemas globales creían que podrían tener un impacto como individuos, el 47 % eligió "prevenir el desperdicio de alimentos", seguido del 40 % que respondió "plástico de un solo uso" y el 37 % por "lidiar con los residuos del envasado", que también son áreas donde los consumidores sienten pueden hacer algo concreto, como reducir el uso de plástico y reciclar.
Sin embargo, existe una gran diferencia entre lo que se dice y lo que se hace en lo que se refiere a cómo se comportan los consumidores en cuanto al desperdicio de alimentos, y aquí podemos echarle la culpa al etiquetado. En nuestra encuesta, el 39 % de los consumidores globales dice que botan la comida porque ha pasado la fecha de "consumo preferente", incluso si no huele mal ni tiene mal aspecto. El 30 % "nunca" consideraría consumir un producto después de su fecha de vencimiento, y un 36 % adicional solo lo haría para ciertos productos.
Las actitudes respecto a las etiquetas varían según la ubicación geográfica. Por lo general, los consumidores de países desarrollados muestran una actitud más flexible con respecto a las fechas de vencimiento y es más probable que tomen una decisión considerando el olor o el sabor, lo que tal vez refleja la mayor confianza que tienen en la seguridad de los productos que compran. Por ejemplo, es más probable que los consumidores de Nigeria se basen en la fecha de vencimiento para decidir si es seguro consumir los alimentos (63 %). También existen diferencias por edad y los consumidores más jóvenes son más propensos a confiar en la fecha de vencimiento.
En todo el mundo, hay una falta de comprensión con respecto a las fechas de vencimiento y lo que significan (como "fecha de consumo preferente" en comparación con "fecha de caducidad"). Según la investigación que realizamos en las redes sociales, en los EE. UU. hay conversaciones en curso sobre cómo el uso de etiquetas en los alimentos contribuye al desperdicio innecesario de alimentos, debido a que las personas no tienen claro cuándo todavía es seguro consumir los alimentos.
Se están tomando medidas para solucionar este problema. Por ejemplo, como parte de su plan de acción para la Economía circular, la Unión Europea tiene como objetivo reducir el desperdicio de alimentos en un 30 % y un 50 % en 2025 y 2030, respectivamente. Una parte clave de esto es crear etiquetas de fechas de vencimiento menos confusas, junto con facilitar las donaciones de alimentos. Pronto aparecerán reglamentaciones para garantizar el cumplimiento de estas metas. El Foro de Bienes de Consumo también se centra en aclarar la información de las etiquetas en los alimentos para evitar que el consumidor se confunda, además de establecer estándares para medir el desperdicio de alimentos.
Mientras tanto, también existen oportunidades de innovación respecto de las etiquetas de vencimiento inteligentes que pueden indicar a los consumidores si sigue siendo seguro o no consumir un producto.
Lea la siguiente información: La preocupación por el medio ambiente sigue siendo muy fuerte