¿Está homogenizando en exceso y desperdiciando energía en el proceso?

La homogenización es un proceso bien conocido que se integra en casi todos los productos lácteos. Pero el proceso puede consumir mucha energía y ser costoso, dependiendo de la presión de homogenización que se utilice. Puede reducir esta presión y disminuir sus costes energéticos, siempre y cuando pueda asegurar también que está logrando los resultados de homogenización deseados y garantizando la calidad de su producto.

Homogenizer 500

Entonces ¿qué cantidad de presión sería suficiente?

Iniciemos el proceso por el otro lado: ¿qué tipo de producto quiere ofrecer? Comience pensando la vida útil que desea para su producto lácteo (¿diez días? ¿tres meses? ¿más tiempo?), porque esto determina lo pequeños que deben ser los glóbulos de grasa. A partir de ahí, podemos determinar cuál es la presión óptima para que un homogenizador funcione a una capacidad determinada.

Resulta que si solo mide la presión en el proceso de homogenización, estará obviando una medición clave: la medida en que se homogeniza la leche realmente, y para ello, necesitará calcular la eficiencia de homogenización.

Tres maneras de calcular la eficiencia de la homogenización de la leche

El método de la Salud Pública de los Estados Unidos ha sido un pilar básico desde que se introdujo en 1947, pero tarda 48 horas en llevarse a cabo. El método de centrifugación NIZO  se basa en el mismo principio, pero acelera el proceso de cremado natural y solo tarda una hora aproximadamente.

Recomendamos un tercer método más avanzado que mide la distribución del tamaño de las partículas (DTP) con difracción láser. Todas las partículas dispersan la luz: las partículas más grandes en los ángulos estrechos y las partículas más pequeñas en los ángulos amplios. Para calcular la distribución del tamaño de las partículas se utilizan detectores sensibles y modelos informáticos avanzados, que tardan solo diez minutos. Hemos demostrado que las mediciones de DTP se correlacionan extraordinariamente bien con los valores de NIZO.

¿Qué afecta la eficiencia de homogenización?

Entre algunas de las variables más importantes se incluyen:

  • La composición de la leche, incluyendo el contenido en grasa y proteínas.
  • El diseño del dispositivo de homogenización, en el que se exprime la leche bajo presión, para romper los glóbulos de grasa.
  • La temperatura y la capacidad de funcionamiento.

Principales consejos para lograr una eficiencia óptima de homogenización

Utilizar la misma presión en todas las aplicaciones es un desperdicio de energía y dinero. No tenga miedo de experimentar, simplemente empiece con pequeños cambios, teniendo en cuenta estos consejos:

  • Si está elaborando productos con diferentes contenidos de grasa, puede reducir la presión si aplica un 0,5 %, en comparación con un 3,5 %.
  • Si está funcionando con diferentes capacidades, cambie también la presión para compensar el cambio en las distintas alturas.
  • Cuando esté elaborando productos con diferentes vidas útiles, deberá cambiar la presión si, por ejemplo, está cambiando de leche pasteurizada normal a una duración más prolongada, o pasando de leche UHT consumida localmente a leche de exportación, donde el tiempo adicional del transporte "se come" parte de esta vida útil.
  • Con frecuencia, la presión de la segunda fase se establece demasiado alta, con un ajuste óptimo de entre 25-30 bares. En este caso, un exceso de presión roba energía de la primera fase y reduce la eficiencia de homogenización.
  • Si quiere invertir en un nuevo equipo y desea el mismo valor de eficiencia de homogenización que tenía en el antiguo, calcule el índice de homogeneización de la leche producida en su actual equipo y luego haga el pedido del nuevo según el resultado obtenido, no en función de la presión.
  • Si está ampliando sus líneas de productos para lograr una vida útil más larga o si está planificando el transporte para exportación, tenga en cuenta que el almacenamiento y el transporte pueden tener un gran impacto en el cremado.