El agua es esencial en la industria de alimentos y bebidas, ya sea que se utilice como ingrediente o como parte fundamental del proceso de elaboración o limpieza. Sin embargo, es importante intentar reducir el consumo de agua allí donde sea posible sin comprometer la limpieza o la calidad. Esto baja los costos operativos al mejorar la eficiencia en el uso de recursos, pero los beneficios ambientales también son significativos, ya que reducir el consumo de agua puede ayudar a restaurar la pérdida de naturaleza y, al mismo tiempo, contribuir a un mundo más seguro en materia de agua.
Cada bebida o alimento individual producido tiene su propia huella hídrica, y hay varias etapas diferentes durante el proceso de producción que contribuyen a esto. Desde el agua dulce necesaria para cultivar y alimentar al ganado hasta los líquidos necesarios para limpiar el equipo de procesamiento, el agua es fundamental para los alimentos y las bebidas que disfrutamos.
Al reducir el consumo de agua cuando sea posible, los productores no solo pueden ahorrar dinero, sino también reducir la presión sobre el suministro global de agua. ¿Qué medidas pueden tomar los productores de alimentos y bebidas para minimizar su uso del agua y, por consiguiente, reducir su impacto medioambiental? Y ¿cómo pueden ayudar las innovaciones en las ofertas de servicios de fabricantes de equipos originales (OEM)?
Al igual que con cualquier proceso industrial, la industria de alimentos y bebidas genera una cantidad significativa de aguas residuales, y esto puede ocurrir en casi cualquier punto del proceso de producción. Para complicar aun más las cosas, la manera óptima de tratar las aguas residuales varía según lo que se está produciendo y dónde se encuentra su planta. Por ejemplo, en algunos casos en los que podría haber una mayor cantidad de contaminantes en las aguas residuales, es posible que el proceso deba ser más intensivo. En otros casos, el proceso puede ser más sencillo.
Sin embargo, independientemente de lo que produzca su planta específica, invertir en el tratamiento de aguas residuales puede ayudar a limitar el impacto medioambiental y, al mismo tiempo, reducir los costos operativos. La clave es encontrar la tecnología y las soluciones más efectivas para su proceso de producción específico, y a la vez tener una idea clara de dónde y cómo se puede utilizar el agua tratada, así como cualquier posible flujo secundario.
Reducir el consumo de agua puede ser tan simple como utilizar la tecnología correcta en el momento correcto. Algo que realmente puede marcar la diferencia es una mayor automatización, ya que los sistemas pueden calcular las cantidades precisas requeridas para ciertos procesos y usar solo eso, con lo que se reduce el riesgo de consumo excesivo.
Esto se puede aplicar a varios pasos durante la producción de alimentos y bebidas, ya sea cuando se utiliza el agua como ingrediente, en procesos de limpieza o como agente refrigerante. Los equipos automatizados adecuados pueden garantizar que solo se utilice el agua absolutamente necesaria, lo que ayuda a reducir los costos y, al mismo tiempo, reduce el desperdicio.
La automatización es solo un aspecto de la tecnología moderna que facilita un control más estricto del uso de recursos. También es posible implementar sensores y medidores que brinden a los operadores e ingenieros los datos que necesitan para optimizar los procesos, cuyos resultados pueden luego rastrearse y mantenerse.
Los equipos de limpieza en el sitio para tecnologías de procesamiento también son precisos y, a menudo, pueden almacenar y reciclar el agua utilizada para la limpieza, así como los productos de limpieza, por lo que pueden ahorrar cantidades significativas de agua y, al mismo tiempo, controlar de cerca los flujos y las temperaturas, y por consiguiente, el consumo de energía y agua.
Las piezas más pequeñas de una máquina pueden tener un gran impacto en términos de consumo de agua; incluso elementos aparentemente simples como boquillas y rociadores tienen un impacto significativo. Al poder trabajar a partir del análisis de grandes cantidades de datos, combinado con la capacidad de probar más fácilmente prototipos con procesos de fabricación más veloces, los diseñadores pueden desarrollar una nueva tecnología de manera más rápida y eficiente que antes.
Eso quiere decir que es posible mejorar continuamente la eficiencia y, en el caso de estas piezas que controlan el flujo y la distribución del agua, a menudo significa poder realizar el mismo trabajo pero usar menos líquido. Esto suele ser más relevante en términos de equipos de limpieza, ya que las nuevas boquillas y piezas de distribución pueden aumentar la fuerza y la propagación del agua y a la vez utilizar menores cantidades, lo que posibilita un proceso más eficiente. Esto puede ayudar a reducir los costos operativos y, al mismo tiempo, ofrecer beneficios ambientales. Además, realizar estos cambios tiende a ser relativamente sencillo, mientras que su impacto es inmediato y positivo.
Los equipos de una línea de procesos de alimentos y bebida, además de requerir limpieza y mantenimiento regulares, también dependen de consumibles como aceite y lubricante para garantizar un funcionamiento óptimo y uniforme.
Es posible implementar el uso de lubricantes que pueden eliminar por completo la necesidad de agua en ciertas partes del proceso de producción, al tiempo que prolongan la vida útil del equipo. Esto da como resultado diversos beneficios, desde menores costos de mantenimiento, agua y operación hasta la optimización del tiempo de actividad de los equipos.
Las formas en que la industria de alimentos y bebidas reduce el consumo de agua van desde mayores inversiones en tecnología hasta pequeñas acciones cotidianas o cambios en los procesos que pueden marcar una diferencia importante y acumulativa. Adoptar un enfoque proactivo para aprender a reducir el uso del agua en las actividades diarias también puede ayudar; cada mililitro ahorrado marca una diferencia positiva.
Si no sabe con seguridad cómo iniciar el proceso o dónde buscar formas de ahorrar, Tetra Pak® está aquí para ayudarle. Contamos con expertos en todo el mundo listos para colaborar con usted, y podemos identificar las mejores maneras de optimizar su consumo de agua, mejorando la rentabilidad y contribuyendo potencialmente a sus objetivos medioambientales.
Los productores de alimentos y bebida ya enfrentaban importantes retos en torno al desempeño medioambiental. Estos incluían una nueva legislación en la Unión Europea y otras áreas, mayores costos de la energía y el agua y crecientes expectativas de los consumidores. El verano pasado, una nueva crisis afectó a países del sur de Europa: la escasez de agua.