2019-04-05
LUND, SUECIA

​​​​​​​​Éxito en la fábrica de evaluación de Tetra Recart

¿Qué sabor debería tener la sopa de frijoles en China? ¿Y cómo les gustaría a los estadounidenses el hummus? ¿O a los españoles su ratatouille? Para responder estas y muchas otras preguntas, acudimos al equipo que trabaja en la fábrica de evaluación de Tetra Recart en Lund. Este es el lugar donde cada vez más clientes vienen a desarrollar sus productos en términos de sabor y envasado.

Equipo de desarrollo de alimentos de Tetra Recart

Las tecnólogos de alimentos Fanny Cedergårdh y Berliana Sinianjuntak, y el chef Peter Brunkestam

Maíz dulce, queso, caldo, hierbas frescas y un gran solomillo son solo algunas de las cosas que se ponen sobre la mesa en la fábrica de evaluación en este día en particular. El maíz dulce es dulce y crujiente, el queso es blanco y cremoso, y el chef Peter Brunkestam mezcla y revuelve cosas en diferentes tazones para descubrir qué ingredientes funcionan bien juntos.

Se le unieron las tecnólogas de alimentos Fanny Cedergårdh y Berliana Sinianjuntak. Desempeñan un papel importante en el desarrollo del producto, con sus conocimientos sobre los tiempos de cocción, las cantidades, las temperaturas y la vida útil.

Fábrica de evaluación para todo tipo de alimentos

La fábrica de evaluación es el hogar de varios productos, como verduras mixtas, frijoles y tomates, sopas refinadas, salsas y comidas listas para comer. Los tecnólogos de alimentos modifican las recetas para garantizar el proceso correcto de textura, sabor y calentamiento.

“Los clientes vienen aquí para probar recetas y nuevas alternativas de condimentos junto a nosotros. Son libres de revolver las ollas y pueden usar sus propios ingredientes”, explica Peter. Pueden realizar pruebas de funcionamiento, por un día o por una semana, sin afectar su línea de producción. La fábrica de evaluación es una opción más simple y más rentable”.

150 marcas y 50 mercados

Los clientes que visitan la fábrica representan más de 150 marcas y 50 mercados. Todos, desde propietarios y técnicos hasta chefs imaginativos y vendedores, vienen a poner a prueba sus ideas en la “vida real”. En la fábrica de evaluación, los clientes pueden producir hasta mil envases para utilizar en, por ejemplo, pruebas de consumo y pruebas de vida útil. Peter les da la bienvenida a las visitas, incluso aunque, a veces, pueden ser desafiantes.

Rebana el solomillo y explica que un componente importante del soporte tecnológico es la unidad de evaluación móvil, que se puede enviar a las instalaciones de los clientes de todo el mundo. Es una línea de producción que envasa, sella y esteriliza. “La ventaja es que podemos responder rápidamente a las preguntas de los clientes, como el hecho de si los envases de papel son un nuevo concepto para ellos”.

El equipo de evaluación también analiza qué tan bien el producto puede manejar las variaciones de temperatura, ya que es importante saber qué sucede mientras el producto es transportado hacia el cliente final. Con esta máquina, podemos someter los envases a diferentes temperaturas”, explica Berliana.