Las compras locales y el suministro de productos locales han incrementado significativamente como un hábito. Poco menos de la mitad de los consumidores dicen que han hecho una compra específicamente para apoyar a las empresas locales durante la pandemia, y aproximadamente la misma proporción dice que ahora están comiendo más alimentos producidos a nivel local. Esto demuestra el vínculo creciente entre el medioambiente, ya que los consumidores buscan cadenas de suministros más cortas, y la sociedad, ya que los consumidores buscan apoyar a su comunidad, más allá de sus amigos y familiares inmediatos. Aquí también existe un problema de confianza, ya que más de la mitad de los consumidores dicen que confían más en los agricultores o productores para garantizar un suministro seguro de alimentos, antes que en los fabricantes, los gobiernos, las ONG y los científicos.
Más de un tercio de los consumidores dicen que eligen marcas basadas en credenciales de procedencia o trazabilidad local más ahora que antes de la pandemia, lo que equivale a la cantidad de personas que eligen marcas en función de las credenciales de sostenibilidad. Existe una oportunidad para las marcas que utilizan ingredientes de origen local y se asocian con organizaciones locales, lo que permite a los consumidores tomar decisiones que beneficien a sus propias comunidades. La herencia y la tradición son parte de esta tendencia, que ofrece oportunidades para productos con recetas tradicionales e ingredientes locales, así como diseños y patrones e idiomas locales en los envases.