24 de mayo de 2022
La deforestación está eliminando los bosques del planeta, lo que causa un daño irreversible a los biomas locales y aumenta los niveles de carbono en la atmósfera. La reforestación parece una solución simple, pero ¿lo es? ¿Funciona? ¿Cuál es el mejor enfoque de reforestación a nivel local y mundial?
Como parte de nuestra contribución a la Agenda para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas para 2030, que busca combatir la pérdida de biodiversidad y la Década de las Naciones Unidas para la Restauración de los Ecosistemas, nos asociamos con organizaciones de conservación locales en Brasil para lanzar el Programa de conservación de araucarias, la primera iniciativa de la industria basada en la naturaleza que se centra en brindar beneficios tanto para las comunidades locales como para la flora y fauna de la región.
La ONU declaró que la conservación de los bosques es fundamental para mejorar los medios de vida, restaurar el hábitat de millones de especies y ayudar a revertir los efectos del cambio climático. Sin embargo, el simple hecho de intervenir en la gestión forestal o prohibir la tala de árboles puede tener un impacto negativo en las comunidades locales, cuyos ingresos dependen de la tierra para la plantación de cultivos, la alimentación del ganado, o la obtención de productos de madera o papel.
La reforestación parece una solución simple y, muchas veces, se la toma como sinónimo de "plantación de árboles". Sin embargo, muchas veces no alcanza simplemente con plantar más árboles para regresar el ecosistema a su estado natural, es posible que la calidad del suelo no se restaure de forma natural, y la flora y fauna no regresen de forma natural.
"Si se hace de forma correcta, la plantación de bosques nativos puede tener un impacto enorme en muchos aspectos de la naturaleza, además de los ya conocidos", explica Julian Fox, director de Programas de Naturaleza en Tetra Pak. "Puede generar empleo e ingresos en áreas rurales, recuperar el suelo y regular el agua, brindar productos como frutas, aceites, esencias, nueces y otros y, en definitiva, reducir la presión de la deforestación y la extracción de bosques nativos destinados a la conservación y preservación".
La selva tropical atlántica cubría 17 estados brasileros, pero en la actualidad, solo el 12,5 % de su área original está preservada, lo que pone en riesgo a miles de especies raras. Como uno de los biomas más ricos, también es el segundo más amenazado del mundo. El bosque de araucarias, un ecosistema importante dentro de la selva tropical atlántica, se encuentra bajo mayor presión aún; en la actualidad, solo se conserva el 3 % de su área original.
"Deseábamos trabajar en un área de riesgo particular", dice Julian, "Después de tres años de análisis global, determinamos que el bosque de araucarias tenía el potencial para un impacto mayor en términos de velocidad de almacenamiento de carbono y efectividad en la restauración de la biodiversidad".
Para obtener los mejores resultados posibles, nos asociamos con una gama de expertos locales en conservación: Apremavi, una organización de sociedad civil que trabaja en proyectos de conservación y restauración; Conservation International y Nature Conservancy Brazil, organizaciones no gubernamentales reconocidas a nivel mundial; y Klabin, líder en producción de papel para envasado en Brasil y proveedor de Tetra Pak.
En su fase inicial, la iniciativa se centrará en restaurar un área piloto de 80 hectáreas, lo que brindará beneficios económicos, medioambientales y sociales a la región, a medio y largo plazo.
"Entre las metodologías propuestas se encuentran la siembra de plántulas nativas, el enriquecimiento ecológico de bosques secundarios y la regeneración natural", explica Miriam Prochnow, asesora y cofundadora de Apremavi.
En el largo plazo, las áreas restauradas se integrarán a los corredores ecológicos, lo que contribuirá a reducir la presión sobre los animales en peligro de extinción, como el aguará guazú y el ciervo salvaje. Además de la mejora de la biodiversidad, la restauración ayuda a mejorar la calidad del suelo y aumenta la disponibilidad de agua en la región.
Junto con Apremavi, desarrollamos un modelo de restauración medioambiental del bosque atlántico, que incluye la restauración forestal de predios rurales degradados mediante especies nativas, ligado a la captura de carbono para mitigar el cambio climático. Y las plántulas utilizadas en el proyecto de restauración se producen en el vivero de Apremavi, que cuenta con más de 200 especies nativas del bosque atlántico.
"Hemos trabajado en la restauración forestal desde 1987 y hemos plantado más de 8,5 millones de árboles", dice Miriam.
Una vez que se validó la fase inicial, el modelo basado en la naturaleza se replicará en otros predios rurales para 2030, con el objetivo de restaurar 7 000 hectáreas del bosque atlántico.
"Nos emociona ser parte de un proyecto tan pionero, que conecta una gama de grupos de interés y combina la restauración medioambiental con la captura de carbono, para mitigar el cambio climático y recuperar la biodiversidad", agrega Julian.
Además, Tetra Pak certificará un territorio más amplio en virtud de los estándares de voluntario de carbono y biodiversidad. El objetivo para este territorio es alcanzar hasta 13,7 millones de hectáreas, un área del tamaño de Inglaterra, y alentar a otras organizaciones a unirse a la iniciativa.
con Julian Fox, director de Programas de Naturaleza, Sostenibilidad y Comunicaciones
Obtenga más información en este podcast, en el cual Julian Fox comparte todos los detalles de la iniciativa pionera, diseñada para ayudar a restaurar la biodiversidad, apoyar y proteger a las comunidades locales, y mitigar los efectos del cambio climático.
con Julian Fox, director de Programas de Naturaleza, Sostenibilidad y Comunicaciones
Obtenga más información en este podcast, en el cual Julian Fox comparte todos los detalles de la iniciativa pionera, diseñada para ayudar a restaurar la biodiversidad, apoyar y proteger a las comunidades locales, y mitigar los efectos del cambio climático.
Sin contar los insectos, el bosque atlántico es hogar de más de 2 000 especies de animales y 20 000 especies de plantas, que corresponden al 35 % de todas las variedades de Brasil, muchas de las cuales están en peligro de extinción. La lista incluye la araucaria, las especies de árboles locales de la región, así como la canela-sasafrás, el xaxim-howler, la imbuia y animales como el loro pecho morado, el loro charón, el ciervo y muchos otros. A largo plazo, las áreas restauradas servirán como hábitat y fuente de alimento para la vida salvaje y se integrarán a los corredores ecológicos.