Quedarse quieto no es una opción. A medida que la inocuidad alimentaria asciende en la agenda global, los consumidores, minoristas, reguladores y grupos de interés están haciendo demandas para elevar el nivel de protección de los alimentos en todo el mundo. La inocuidad alimentaria ha cobrado importancia por varias razones, incluida la creciente población, la escasez de recursos naturales, la globalización, la sostenibilidad y los avances en la tecnología moderna.
Según el informe de Seguridad Alimentaria 2019 de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), los alimentos no inocuos que contienen bacterias, virus, parásitos o sustancias químicas dañinas causan más de 200 enfermedades, que van desde la diarrea hasta el cáncer. Se estima que 600 millones (casi 1 de cada 10 personas en el mundo) se enferman después de comer alimentos contaminados y 420 000 mueren cada año.
Las prácticas alimentarias inseguras pueden tener consecuencias devastadoras. Un incidente de inocuidad alimentaria en una parte del mundo tiene el potencial de globalizarse en cuestión de horas. Los costos humanos y comerciales de una falla de ese tipo pueden ser catastróficos: daño a los consumidores, pérdida de confianza, daño a la marca, costos en términos de retiro de productos y rediseño.
Obtenga más información a continuación y descargue nuestro informe técnico Un foco de atención en la inocuidad alimentaria y la industria 4.0 (pdf)