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En el caso de la leche pasteurizada y de larga vida útil (ESL), las consideraciones clave son la eficiencia, la seguridad, el sabor y el conocimiento sobre cómo se comportan las materias primas cuando reciben tratamiento del calor y se procesan de maneras diferentes. Podemos ayudarle a desarrollar procesos que mantengan el sabor y las características naturales del producto, mientras garantizamos la seguridad del consumidor y cumplimos con los requisitos legales, gracias a nuestra experiencia incomparable en procesamiento de productos lácteos refrigerados y el equipo de producción más eficaz del mercado.
El pasteurizador de esta línea cuenta con un separador centrífugo integrado y también puede incluir un separador con espora de eliminación (que se conoce comúnmente como Bactofugación) para reducir la carga microbiológica. Esto prolonga la vida útil de los productos mientras mantiene el sabor de la leche pasteurizada. Cada línea se personaliza para satisfacer las preferencias y los requisitos previos del cliente.
La temperatura de pasteurización de esta línea es mayor que la de la línea de leche pasteurizada, pero menor que la de la línea de leche UHT. Ataca a organismos (bacillus cereus) para prolongar la vida útil y puede dar a los productores la flexibilidad para trabajar con productos a altas temperaturas (UHT, por sus siglas en inglés) y de larga vida útil (ESL, por sus siglas en inglés) en la misma línea.
Para grandes volúmenes de producción de leche, esta línea preparada para el futuro tiene como pieza clave un pasteurizador extremadamente eficaz y confiable. La línea está diseñada para maximizar la inocuidad alimentaria, desde los materiales que se utilizan para construirla hasta el software de trazabilidad en el sistema de automatización. Con miles de instalaciones en centrales lecheras alrededor del mundo, esta tecnología se encuentra ampliamente probada.
La pasteurización se utiliza principalmente para hacer que los productos sean seguros para el consumo, para aumentar su vida útil y para reducir su putrefacción. Sin embargo, también puede utilizarse para alterar las propiedades del producto final. Por ejemplo, la pasteurización de la leche para yogur desnaturaliza las proteínas, lo que permite que el cultivo de yogur crezca y que el producto sea más viscoso y más estable.